Alemania y Brasil se unen para mejorar la producción del cajú (anacardo) en Ghana

Un proyecto que contribuye a la reducción de la pobreza de las familias productoras y a la seguridad alimentaria.  

Los anacardos están teniendo cada vez mayor popularidad alrededor del mundo. En 2019-2020 englobaron el 17% de la producción de frutos secos arbóreos y ocuparon el tercer puesto luego de las almendras y las nueces (UNCTAD, 2021). El anacardo (también conocido como cajú o marañón) es un árbol tropical de hoja perenne nativo del nordeste brasilero, con una gran capacidad adaptativa a suelos de baja fertilidad, a altas temperaturas y al estrés hídrico (Embrapa, 2016). Hoy en día se cultiva en 46 países de África, Asia y América Latina y el Caribe (UNCTAD, 2021).   

El principal producto de este árbol es la almendra que está en el interior de la semilla, pero también se extraen subproductos de otras partes —cáscara de la castaña, pseudofruto, hojas, etc—. La comercialización de estos subproductos —muchas veces descartados— puede contribuir a diversificar fuentes de ingreso y generar más valor a los cultivos (UNCTAD, 2021).   

En el período 2014-2018 África fue responsable de más de la mitad de la producción global de anacardos (UNCTAD, 2021). Sin embargo, su cadena de producción se enfrenta a varios desafíos como la dificultad de acceso a la información, a la tecnología y a opciones de financiamiento (UNOSSC/PNUD, 2022).   

Brasil y Ghana son dos de los grandes productores —en 2014-2018 Brasil fue el décimo productor mundial y Ghana el tercer país exportador de anacardos en bruto (UNCTAD, 2021)— y tienen condiciones naturales similares de producción. Esto ha sido aprovechado en la ejecución de un proyecto de Cooperación Triangular de estos dos países junto con Alemania dedicado a la mejora del material para la plantación de cajú (anacardo) y de las tecnologías de procesamiento de subproductos en Ghana.   

El objetivo fue mejorar la eficiencia y la calidad de la producción y del procesamiento del cajú, a partir del desarrollo de variedades tolerantes a enfermedades y de alto rendimiento, adaptadas a las condiciones locales, y de la introducción de nuevas tecnologías de procesamiento. De esta manera, buscó contribuir a la reducción de la pobreza de las familias productoras, la seguridad alimentaria, la mitigación del cambio climático y al empoderamiento de las mujeres rurales.   

Alrededor de 20 expertos y 200 agricultores se beneficiaron de las capacitaciones, se establecieron 7 hectáreas de viveros y se distribuyeron más de 400.000 plantines de anacardo en Ghana. Los principales resultados del proyecto fueron: la adaptación de 5 variedades brasileras de anacardo a las condiciones locales de Ghana, de alta producción y tolerante a enfermedades; y la mejora de técnicas de procesamiento del fruto. (UNOSSC/PNUD, 2022) 

El proyecto fue ejecutado entre 2017 y 2020 y fue llevado adelante por la Empresa Brasilera de Investigación Agropecuaria (Embrapa), el Ministerio de Alimentación y Agricultura de Ghana (MOFA) —receptor—, con el apoyo de las agencias brasilera y alemana de cooperación internacional (ABC y GIZ, respectivamente).   

Febrero de 2023

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Fuente: SEGIB a partir de Agencias y Direcciones Generales de Cooperación, Embrapa (2016), UNOSSC/PNUD (2022) y UNCTAD (2021). 

Fotografía: Anton Shuvalov en Unsplash