Oportunidades y retos de la CT entre UE y ALC con otras regiones del sur global
América Latina y el Caribe (ALC) se ha posicionado como la región con mayor dinamismo en Cooperación Triangular a nivel global en cuanto a cantidad de iniciativas ejecutadas, así como a instrumentos metodológicos desarrollados en la materia. En los últimos años, la CT también se ha consolidado como una modalidad de cooperación valorada por la Unión Europea (UE) y sus países miembros, principales socios de ALC en estos esquemas de trabajo.
Sin embargo, cuando se observa la participación de otras regiones del sur global en la CT que ejecutan los países iberoamericanos, esta ha sido inferior en comparación con otras modalidades de cooperación. Así, las otras regiones del sur global participan en alrededor del 40% de los intercambios de CSS Regional y en un 25% de los que tienen lugar a través de la CSS Bilateral, pero solo lo hacen en cerca del 16%, en iniciativas de CT de ALC.
Estos datos demuestran que ALC tiene una oportunidad excepcional de poner en valor la vasta experiencia acumulada en la gestión de la CT, así como los instrumentos, las capacidades y buenas prácticas que le confieren un reconocido liderazgo en la materia y, en asociación con la UE, proyectar su expertise a otras regiones en desarrollo. Para ello, conocer e identificar los retos y desafíos, así como los espacios de oportunidad que permitan trazar una hoja de ruta y potenciar las asociaciones con otras regiones del sur global, se vuelve indispensable.
A poco más de un lustro de cumplirse el plazo estipulado para el cumplimiento de la Agenda 2030, y en un escenario global signado por la profundización de la crisis climática, las desigualdades económicas, los conflictos bélicos y las todavía devastadoras secuelas de la pandemia ocasionada por la COVID-19, entre otros fenómenos, la CT es reconocida por la comunidad internacional como una pieza clave para afrontar la multidimensionalidad y el dinamismo de los desafíos del desarrollo.
