Apuntes para un ecosistema iberoamericano de Cooperación Sur–Sur y Triangular Descentralizada
En el marco del proyecto Una Cooperación Triangular Innovadora para una nueva agenda de desarrollo, la SEGIB acaba de publicar la investigación: “Apuntes para un ecosistema iberoamericano de CSS y Triangular Descentralizada (CSSyTr-D)”.
El estudio presenta la CSS y Triangular Descentralizada (CSSyTr-D) como un conjunto de valores y prácticas, reconocible por su enorme potencial para transformar las relaciones de un sistema internacional de cooperación que muestra síntomas de desborde y agotamiento, pero no a través de una definición normativa de lo que debe considerarse o no CSSyTr-D. así, los sistemas de valores convergentes que sirven de fundamento para la configuración del Ecosistema de CSSyTr-D se enfocan en el carácter político de las relaciones de cooperación y su traducción en el fortalecimiento de políticas públicas, su orientación a la respuesta a los desafíos específicos de los territorios y contextos regionales, y el foco en el intercambio de experiencias e innovaciones centradas en la generación de conocimiento aplicado para ser compartido.
En efecto, el estudio remarca que la CSS y la CD representan por caminos diferentes, contestaciones del sistema de cooperación internacional en algunos de sus principales fundamentos: demandan un sistema de relaciones más horizontales, nuevas distribuciones de poder dentro del propio sistema internacional de cooperación —en el que surgen y al que pertenecen— y ponen más énfasis en la forma de relación que en el contenido de las relaciones. Sobre la CSSyTr, el estudio señala la aparición de voces que exploran su evolución como modalidad de cooperación, hacia un partenariado habilitador de un espacio político.
En este sentido, una de las hipótesis planteadas por la investigación es que, a modo de incentivo común, los agentes del Norte y del Sur encuentran en la CSSyTr un espacio donde negociar principios y prácticas en un contexto de continua evolución del sistema de cooperación internacional, necesitado de redefinición e innovación respecto de sus pilares tradicionales. Las condiciones para desarrollar ese potencial también parecen claras: simultanear esfuerzos de diálogo político, contar con un sistema policéntrico y reticular que dialogue, no sólo sobre la coordinación de las prácticas sino también sobre los valores y principios, y, por último, avanzar en la sistematización, monitoreo y evaluación del trabajo de esa red con suficiente transparencia y rendición de cuentas.
Un reto principal para la configuración del Ecosistema de CSSyTr-D es la integración de la cooperación de base local, que ha emergido a partir del protagonismo de ciudades y redes de gobiernos locales. Lograr la articulación multinivel de un Ecosistema de CSSyTr-D a partir del valor de la horizontalidad en las relaciones, concluye la investigación, constituye un desafío de enormes proporciones particularmente para los donantes tradicionales que deciden implicarse en esquemas de Cooperación Triangular. La horizontalidad no se declara explícitamente, sino que se percibe y se comprueba en el proceso de las mismas relaciones de cooperación, en la medida en que las aspiraciones, visiones y opiniones de la parte beneficiaria siente su protagonismo intacto.
Mayo de 2022
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