Colombia fortalece sus capacidades en desminado

Una iniciativa que contribuye al fortalecimiento de la paz en Colombia y a construir tejido social en la etapa de posconflicto a partir de la experiencia de Camboya y Japón.

Colombia es el segundo país del mundo luego de Afganistán en número de víctimas de minas antipersonal y remanentes explosivos de guerra (Centro Nacional de Memoria Histórica y Fundación Prologar, 2017). Este problema no ha tenido tanta visibilidad mediática, ya sea porque el número de víctimas es pequeño comparado con el de otros hechos asociados al conflicto armado, o porque en general son individuales y están lejos de los centros urbanos (Centro Nacional de Memoria Histórica y Fundación Prologar, 2017). Sin embargo, afecta la vida cotidiana de muchas personas, como niños, niñas y adolescentes, y en general habitantes de las zonas rurales.  

El daño físico ocasionado por estos explosivos “modifica profundamente el proyecto de vida laboral y social de las víctimas y sus familias” (Centro Nacional de Memoria Histórica y Fundación Prologar, 2017). Además, su presencia en los territorios desencadena “procesos de confinamiento, deserción escolar, desplazamiento forzado y cambios en las actividades rurales” (Centro Nacional de Memoria Histórica y Fundación Prologar, 2017). 

Hasta noviembre de 2022 en Colombia se registraron 12.273 víctimas por minas antipersonal y munición sin explosionar, de las cuales el 19% falleció a causa del accidente. El 60% de las víctimas eran integrantes de la fuerza pública. Afortunadamente, en la última década el número anual de víctimas ha ido cayendo (en 2022 fueron 107). (Presidencia de la República de Colombia, 2022 

Desde 2016 Colombia fortalece sus capacidades en acción integral contra minas a partir de la experiencia del Centro de Acción Contra Minas (CMAC) de Camboya, a través de un proyecto de cooperación triangular apoyado por la Agencia Japonesa de Cooperación Internacional (JICA). En este marco se llevan a cabo siete cursos y dos seminarios para personal que trabaja en esta temática, por ejemplo miembros de las fuerzas militares y funcionarios de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz y el Ministerio de Defensa Nacional de Colombia. Se abordan temas como buenas prácticas en técnicas de desminado, gestión de calidad, gestión de información y alta gerencia para la coordinación de intervenciones. 

Esta iniciativa contribuye al fortalecimiento de la paz en Colombia y a construir tejido social en la etapa de posconflicto. La experiencia de Camboya es de gran importancia “no solo en el campo de la tecnología, sino en el impacto que puede generar en la reducción de la pobreza y el crecimiento económico del país” (ApcColombia, s/f). Contribuye también al cumplimiento de los compromisos asumidos en la Convención sobre la prohibición del empleo, almacenamiento, producción y transferencia de minas antipersonal y sobre su destrucción. 

Febrero de 2023

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Fuente: SEGIB a partir de Agencias y Direcciones Generales de Cooperación, Centro Nacional de Memoria Histórica y Fundación Prologar (2017) y páginas digitales de la Presidencia de la República de Colombia y de ApcColombia 

Fotografía: Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA).