¿Cómo afectará el cambio climático a las enfermedades de los cultivos?

Argentina y Brasil unen esfuerzos para evaluar el impacto del cambio climático sobre la sanidad vegetal y adaptarse a los posibles escenarios futuros.

“Cada año, hasta el 40% de los cultivos alimentarios se pierden por culpa de las plagas y enfermedades de las plantas” (FAO, 2022). Estas pérdidas suponen un golpe importante para los pequeños productores de alimentos de las comunidades más pobres.  

El calentamiento global facilita la introducción de estos organismos no deseados. “Un solo invierno inusualmente cálido puede ser suficiente para ayudar al establecimiento de plagas invasoras” (FAO e IPPC, 2021). Esto no solo supone una amenaza para la producción agrícola, que depende del clima, sino para el medio ambiente en general, ya que las plagas pueden causar una grave pérdida de la biodiversidad (FAO, 2022). La incidencia, severidad y distribución espacial de las enfermedades de las plantas se ven alteradas por el cambio climático (EMBRAPA, 2022), y esto puede profundizarse aún más en los próximos años.  

Un documento reciente de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Convención Internacional de Protección Fitosanitaria (IPPC) concluyó que “a pesar de la gran cantidad de estudios sobre la biología del cambio climático, todavía existen importantes lagunas en la investigación sobre el impacto del cambio climático en las plagas” (FAO e IPPC, 2021) A este desafío trata de responder el proyecto de cooperación Sur-Sur bilateral entre Argentina y Brasil “Impacto del cambio climático sobre las enfermedades de los cultivos”, que comenzó en 2018. Es llevado a cabo por la Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (EMBRAPA) y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), con el apoyo de la Agencia Brasilera de Cooperación (ABC) y del Fondo Argentino de Cooperación Sur-Sur y Triangular (FO.AR). 

El objetivo de este proyecto es evaluar los impactos del cambio climático sobre las enfermedades de dos cultivos de importancia agroindustrial para Argentina y Brasil: la caña de azúcar y el maní (cacahuete). En concreto, busca caracterizar las condiciones climáticas favorables para el desarrollo de enfermedades en esos cultivos en las principales regiones productoras de ambos países (roya anaranjada y marrón, quema de las hojas, mancha negra) y prever escenarios futuros en los que se puedan dar esas condiciones (EMBRAPA, 2022). Todo esto es fundamental para poder adoptar medidas de adaptación (por ejemplo, a través del desarrollo de variedades resistentes), y así evitar pérdidas severas de los cultivos en las próximas décadas (SIDICSS, 2022). 

Este proyecto tiene como antecedente otro entre los mismos institutos de investigación, que se desarrolló entre 2011 y 2014 y en el que se produjo información sobre escenarios epidemiológicos de plagas y enfermedades en cultivos industriales comunes en Argentina y Brasil. En esta segunda iniciativa, aún en ejecución, buscan profundizar en esos hallazgos y además priorizar la divulgación científica y tecnológica de los resultados obtenidos. (SIDICSS, 2022).  

La colaboración entre INTA y EMBRAPA es de larga data (más de 15 años). En este tiempo han llevado a cabo más de veinte proyectos conjuntos. A fines de 2020 firmaron un nuevo memorando de entendimiento con validez de 5 años, que abarca diversos temas como biotecnología, control biológico, ingeniería genética, inteligencia estratégica, mejoramiento animal y vegetal, entre otros (EMBRAPA, 2020) 

Julio de 2022

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Fuente: EMBRAPA (2020 y 2022), FAO (2022), FAO e IPPC (2021) y SIDICSS (2022).